Las falacias del invento andaluz en el Estatuto
Preámbulo (VII): Las raíces
Ese ideal autonomista hunde sus raíces en nuestra historia contemporánea. El primer texto que plasma la voluntad política de que Andalucía se constituya como entidad política con capacidad de autogobierno es la Constitución Federal Andaluza, redactada en Antequera en 1883. En la Asamblea de Ronda de 1918 fueron aprobados la bandera y el escudo andaluces.
Durante la II República el movimiento autonomista cobra un nuevo impulso. En 1933 las Juntas Liberalistas de Andalucía aprueban el himno andaluz, se forma en Sevilla la Pro-Junta Regional Andaluza y se proyecta un Estatuto. Tres años más tarde, la Guerra Civil rompe el caminode la autonomía al imposibilitar la tramitación parlamentaria de un Estatuto ya en ciernes.
Y de repente nos cuelan los hitos del andalucismo. Sin anestesia. Una opción política convertida en discurso oficial, en la idea matriz y motriz del texto que se supone debería regular y fundamentar la convivencia en el espacio político (público)de Andalucía. Esa es la forma que tienen de entender la democracia. El régimen andalucista. Y si no, muérete, que diría Maqueda. Si no fuera por lo que tiene de abuso antidemocrático del poder, de intolerable manipulación partidista de la historia y de inaceptable contaminación de la racionalidad por la que debería discurrir la discusión de los asuntos públicos, sería para no parar de reír. Los hitos del andalucismo. Veamos.
La Constitución Federal Andaluza no es sino el documento redactado por los delegados de un minúsculo Partido Republicano Demócrata Federal, reunidos en Antequera entre el 27 y el 29 de octubre de 1883. Puede entenderse como la respuesta (o el desarrollo) a la Constitución Confederal de España que había elaborado el Partido Federal de Pi y Margall en su Asamblea celebrada en Zaragoza en junio de aquel mismo año. El documento parte de la idea del cantonalismo en el que derivó la Primera República, el más grotesco episodio de la historia contemporánea de España, y es idéntico al de otras regiones, lo único que cambia es la denominación del sujeto político (Andalucía, Aragón y así). Un documento de partido. Al fin y al cabo, como este proyecto estatutario. No se les puede acusar de falta de coherencia.
Y es ese mismo documento de partido el que Blas Infante y sus acólitos asumen en la llamada Asamblea de Ronda, que no es sino otra reunión de nacionalistas andaluces celebrada en la rilkeana ciudad malagueña en 1918. Esos son, junto a la fantasiosa literatura romántica del alhambrismo decimonónico, todos los fundamentos del andalucismo político. Desde luego, es para estar orgullosos. Pero falta aún lo mejor, la traca final, sin la que esta farsa (con su correspondiente revés trágico) quedaría incompleta. El proyectode Estatuto durante la Segunda República viene a confirmar el fracaso rotundo del andalucismo, organizado para entonces en las llamadas Juntas Liberalistas, que no eran sino los órganos locales, los centros de reunión del partido. Los andalucistas, que no lograron representación política en las elecciones, consiguieron en febrero de 1932 que los presidentes de las diputaciones convocasen una asamblea para discutir sobre un proyecto autonomista, en la línea de lo que se hacía en Cataluña. El proyecto se pone en marcha sin demasiado entusiasmo y la asamblea tiene lugar en Córdoba en enero de 1933. No puede decirse que fuera un éxito, pues los representantes de Almería, Granada, Huelva y Jaén se retiraron casi enseguida de ella. En concreto, lo que los granadinos pretendían era simplemente constituir una mancomunidad de municipios de Andalucía oriental. Incluso el PSOE granadino acordó por unanimidad manifestarse contra el Estatuto, ya que, afirmaban, la idea autonomista era por completo inexistente en Granada. Blas Infante, que carecía de representatividad política alguna, y otros dirigentes andalucistas presionaron al resto de delegaciones hasta obtener la redacción de un anteproyecto estatutario, otro documento partidista al que nadie atendió y que pronto cayó en el olvido. Los andalucistas lo rescataron para imprimirlo y repartirlo por los ayuntamientos en abril de 1936. Estatuto en ciernes, lo llaman.
Eso es todo lo que puede aportar el andalucismo prefranquista. Y lo exhiben. En un proyecto legislativo de la importancia de un estatuto autonómico. Socialistas, comunistas y ecologistas unidos lo exhiben, asumiendo el régimen de partido. Sin rubor. Con una redacción obscena, por la que los órganos y los documentos de los partidos políticos se hacen pasar por institucionales y representativos. Y así entienden la democracia.
andazuliaisdifferent.blogspot.com
8 comentarios:
megacorcholis!!!molais mazooo!!!!
dish!!!
Por supuesto que moláis. Ya era hora de que alguien explique la realidad, como han sido y como son las cosas: que no nos vendan más motos esos andalucistas, al menos a los almerienses. Gracias por vuestro trabajo y por el Blog. Estáis haciendo un gran trabajo en defensa de Almería.
Me gusta mucho tu artículo, en línea con la historia reciente de Andalucía Oriental. Ahora bien, hay un error: ni todos los socialistas, ni todos los comunistas, ni todos los verdes comparten ese estatuto. Sólo lo comparten, acompañados de los de derechas, los nacidos y criados en Sevilla, pues les sirve para justificar su 'engorde'. Saludos y reitero mi complicidad.
Y todo esto, ¿ porqué no se enseña en las escuelas ? A ver si la comunidad educativa enseña contenidos auténticos: ¿ será por miedo a represalias de la Consejería de Educación?
¿Como es posible mentir con tanto descaro y que nadie pare los pies a esos andalucistas sibilinos?
No más mentiras: viva almería. Ya va siendo hora de que se conozca la verdad y la realidad. Quen no nos coman más el coco ni a nosotros ni a nuestra juventud.
Luchemos por Almeía.
ANDALUCISTAS, SOIS UNOS FARSANTES Y UNOS MANIPULADORES.
VIVA ALMERÍA LIBRE: de mentirosos, farsantes, ladrones, malvados y de todo bicho antialmeriense.
TODO ESTO ES CULPA DE LOS SOCIALISTAS, QUE SON UN ATAJO DE LADRONES Y UNOS MENTIROSOS!!!
PUES LOS SOCICALISTAS SON ANDALUCISTAS Y TIENEN LOS MISMOS DEFECTOS QUE LOS ANDALUCISTAS.
LO MEJOR ES QUE HAYA UNA REGENERACIÓN POLÍTICA EN ALMERÍA PARA PASAR DE LOS SOCIALISTAS Y DE LOS POPULARES E, INCLUSO, DE LOS DE IZQUIERDA UNIDA, PORQUE TODOS SON ANDALUCISTAS.
QUEREMOS PARTIDOS ALMERIENSISTAS Y HONESTOS, QUE NO PIENSEN SOLO EN ENRIQUECER A SUS AFILIADOS Y A ANDALUCÍA, PORQUE ALMERÍA NO ES ANDALUCÍA Y NOS ROBAN PARA ANDALUCÍA Y PARA LOS BOLSILLOS Y CUENTAS CORRIENTES DE LOS SECUACES DE ANDALUCÍA.
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